Monday, December 28, 2009

Un afectuoso saludo no denominacional y políticamente correcto con motivo de las festividades de fin de año

Sírvanse aceptar, sin ninguna obligación expresa ni implícita, mis mejores deseos por una celebración de las festividades del solsticio de invierno, las que espero que transcurran de una manera ambientalmente amigable, socialmente responsable, con bajo "stress", sin causar adicciones ni hacer mención de géneros, todo esto en la práctica de las más agradables tradiciones religiosas de su preferencia o prácticas seculares de su elección, con respeto a todas las tradiciones religiosas y seculares y/o su elección personal de no practicar ninguna religión o tradición secular alguna.

Aprovecho para desearles también un exitoso inicio del año 2010, según el calendario generalmente aceptado, con el mejor augurio económico, de satisfacción personal y de falta de compliaciones médicas posible. Esto, sin menoscabo de reconocer que hay otros calendarios usados por diversas culturas cuya contribución a la sociedad han hecho que esta Tierra sea grande y diversa y sin hacer ninguna mención de la raza, creencia, color, edad, estado físico o preferencia sexual de los recipiendarios.

Al aceptar este saludo, usted acepta estos términos y condiciones:

1. Este saludo está sujeto a aclaraciones o retracciones.

2. Este saludo es libremente transferible, sin hacer cambios al original.

3. No se implica promesa por el firmante de implementar cualquiera de los deseos para sí mismo o para otros.

4. Este saludo es nulo donde la ley lo prohibe y revocable bajo la única discreción del firmante.

5. Este saludo está garantizado para funcionar como se espera con la aplicación usual de buenos deseos por un período de un año o hasta que se emita un nuevo saludo de festividades de fin de año, lo que ocurra primero. Esta garantía se limita al reemplazo de este saludo o la emisión de uno nuevo, bajo la única discreción del firmante.

Disfruten de las fiestas... o no, según lo deseen.




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Saturday, December 19, 2009

La credibilidad de los espantapájaros

Me llama la atención que hay tantos comunistoides escribiendo columnas de opinión y diciendo tonterías sin fundamento o "moldeando la opinión pública" a través de sus falsas premisas, argumentos "straw man" ó espantapájaros, falsas analogías ó, cuando todo lo demás falla, simples argumentos ad-hominem.

En los últimos días la señora Carolina Escobar Sarti ha escrito varias columnas sobre el tema de la electricidad. Un tema muy valioso y una exposición interesante de los hechos pero con conclusiones que no puedo llamar de otra manera que la frase favorita de mi esposa: "un lapsus idiotis".

Por ejemplo, en su columna del 10 de diciembre en Prensa Libre, la referida señora indica que la privatización del negocio de la electricidad se llevó a cabo bajo circunstancias sospechosas y bajo auspicios mercantilistas.

Ok, valioso comentario y puedo estar de acuerdo. Hasta aquí, muy bien.

Termina preguntando si la privatización ha hecho que el servicio sea mejor y más barato. La conclusión evidente es que no, pero se indicó la forma en que la privatización se efectuó, bajo auspicios mercantilistas, lo cual es igual a decir que hay alguien comprando privilegios. Eso nunca va a ser conducente a una condición mejor para el proveedor.

Este es un argumento "straw man" (espantapájaros) - se distrae la atención del lector implicando que hay otras razones y se lleva al lector a una falsa conclusión.

En su columna del 12 de diciembre la señora Sarti pregunta por qué los gobiernos no han podido poner un precio tope a la electricidad, después de discutir la génesis de la generación y distribución privada. Precisamente, el privatizar significa que se dejará a las fuerzas del mercado la fijación de precios; eso no es tarea del gobierno, el cual debería proveer un marco jurídico apropiado para conducir los negocios privados.

De nuevo, sale el feo espantapájaros, "moldeando" la opinión del lector y dirigiéndola por oscuros y retorcidos senderos.

Finalmente, el día de hoy, la señora hace una horrorosa falsa analogía. Compara la situación en Costa Rica con la de Guatemala y llega a la falsa conclusión de que el gobierno haría mejor el trabajo de generar electricidad y distribuirla.

Como si hubiera hecho un buen trabajo proveyendo educación, salud y seguridad. Como dicen en Puerto Rico, ¡qué clase de pantalones!

Imposible comparar Guatemala con Costa Rica. En Costa Rica, tradicionalmente, el que la ha hecho la ha pagado; en Guatemala el sistema jurídico no funciona. Esto ha llevado a una corrupción desenfrenada donde la obra pública cuesta a los contribuyentes un 30 a 50% más que el precio de mercado, simplemente porque todos quieren una tajada.

Adicionalmente, en Guatemala no se ha incrementado la generación porque los mismos comunistoides que también son verdes no quieren que se haga nada, ni una hidroeléctrica ni una mina. Nos enfrentamos a la real posibilidad de tener apagones en el futuro cercano por la inacción causada por todos estos activistas político-ambientales que, quién sabe qué ganan con estar jodiendo la pita y quién les paga esas ganancias.

Me pregunto si alguna vez la señora Sarti ha intentado conseguir un servicio público en Costa Rica (teléfono o electricidad). Ella alaba al ICE (Instituto Costarricense de Electricidad) pero solicitar una línea de celular lleva semanas si no meses. (La provee el ICE, que todavía tiene un monopolio sobre electricidad y telecomunicaciones). Y un acceso corporativo de banda ancha a internet... lo que en Guatemala se consigue en el tiempo que toma hacer la instalación, en Costa Rica puede tomar meses.

Es penosa la deshonestidad intelectual de estos comentaristas. Si se escribiese con los hechos y una lógica impecable, yo no tendría por qué estar escribiendo en este blog. Y, desafortunadamente, la gente los lee y sin aplicar ningún pensamiento crítico, les cree.

A los increíbles espantapájaros.




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Monday, December 7, 2009

¿En qué se parece el IGSS a pegarse un tiro en la cabeza?

Mi hermano tiene cáncer.

Para todos nosotros fue un balde de agua fría en pleno verano y en Zacapa. Afortunadamente, es un tipo de cáncer muy tratable, con buen pronóstico cuando se trata y él no tiene ningún factor de riesgo.

Excepto tal vez el tiempo...

En cáncer, todo hay que hacerlo rápido. En una semana después del diagnóstico, la enfermedad progresó al estadio IV, el final. Dos semanas más... pero ya estaba en tratamiento.

No con el IGSS, muchas gracias.

Por razones que tal vez algún día comente aquí, el tratamiento de mi hermano se inició fuera del país, una semana y días después del diagnóstico. Ya regresó y sigue el tratamiento con un médico local. Pero, puesto que todos los trabajadores asalariados en Guatemala tenemos que pagar IGSS pues, está tratando de conseguir que el IGSS colabore con los medicamentos.

Y qué pesadilla.

La semana pasada, por ejemplo, fue el lunes y le dijo la fulanita que lo estaba atendiendo que se le había olvidado un papel. (Ella no se lo había pedido). Así que regresara el martes. El martes regresó con el tal papel y le dijo "como se le olvidó traer el papel ayer no le puedo dar su traslado así que venga el jueves..."

Ah, cada vez que uno llega al IGSS hay que hacer cola. De horas. Se me olvidaba mencionarlo.

En fin, el jueves regresó y la mujer le dió el papel para que fuera a pedir una cita. El viernes. El viernes llegó al otro lugar y le dieron la cita para que lo evalúen el lunes.

Así que después de dos semanas de trámites (mencioné algo de dos semanas antes?) apenas va por una "evaluación".

A ese paso, cualquier paciente se muere. Mi comentario cuando me contó todo esto fue "para eso, mejor se pega uno un tiro en la cabeza, así se muere más rápido".

El IGSS es una terrible estafa para los guatemaltecos. El gobierno nos obliga a pagar el 4.5% de nuestro salario (me da dolor de estómago pensar cuánto pago cada año por un servicio que no quiero usar) y con todo ese dinero todos los médicos que conozco dicen que debieramos tener super hospitales super equipados. En vez de eso, los pacientes se contagian con sida, se mueren de diagnósticos equivocados y de falta de medicamentos. Cuando no hay alguien más robándose el dinero de los tributarios.

Y los trámites engorrosos para reclamar los derechos del trabajador que ha sido extorsionado del 4.5% de su salario por toda su vida laboral consumen tiempo.

Tiempo que los enfermos como mi hermano no tienen.




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