Un extraño concurso de popularidad

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Prensa Libre.

Como cuando escribí sobre el mundo distópico de 1984, estos últimos días he visto una verdadera tormenda de doblepensar y neolengua. Sin embargo, a diferencia del Gran Hermano, el pende-sidente Colom no logra engañar o doblegar a todo el mundo.

Lo que estos tiranos populistas parecen no entender es que la justicia no es un concurso de popularidad. Como le decía el otro día a una amiga vía e-mail, no me queda duda que la maquinaria política del gobierno puede convocar más gente que el movimiento ciudadano, 100% voluntario, que ahora es denominado El Tsunami Blanco. Claro, esto tiene un precio: según el GAM, Q21.3 millones sólo la semana pasada...

Y esta semana se reportó que, para hacer contrapeso a las 35,000 firmas entregadas al congreso el lunes, el gobierno del pende-sidente Colom está ahora recabando firmas de apoyo...

Por supuesto que el gobierno puede recabar más firmas y reunir más personas. En un país de 13 millones (algunos hablan de 14 millones) de habitantes donde más de la mitad de la población tiene la preocupación constante de qué va a comer al día siguiente, el pensamiento crítico resulta ser un lujo que el ciudadano común no puede permitirse. Y, desafortundamente, para ellos el recibir la bolsa solidaria y alguna otra ayuda que núnca antes se había recibido puede representar un buen trabajo del gobierno. El no poder ver más allá del próximo tiempo de comida y la falta de educación impide a estos sencillos ciudadanos el reconocer la naturaleza cortoplacista de estas políticas. Y son presa fácil de aquellos que buscan la manipulación de la población para obtener sus fines.

Pero nadie se cree que estas manifestaciones sean genuinas y espontáneas. (Vea este video del periódico españól El País). Todo el mundo sabe que los manifestantes son ácarreados y compensados, de una manera o de otra. Y me pregunto, ¿qué artista del rock ó estrella del cine querrá incrementar su popularidad pagando para que compren sus discos ó vean sus películas? Porque viendo la cosa desapasionadamente, eso es lo mismo que hace el pende-sidente Colom...

El próximo domingo 24 seguiremos manifestando pacíficamente, ejerciendo nuestro derecho a la libre emisión del pensamiento y la resistencia ciudadana, demandando justicia y la mejora de nuestras instituciones públicas. No nos van a dar desayuno ni almuerzo ni nos van a pagar nuestro transporte ni nuestra vestidura blanca. Eso, es lo que hace la manifestación ciudadana una fuerza auténtica y espontánea.

Y, como decía el columnista Eduardo Zapeta... conciudadanos, reciban la bolsa solidaria y disfrútenla mientras les dure. ¡Nos ha costado buena plata a los tributarios!